miércoles, 17 de diciembre de 2014

LEYENDA

El canto de la mujer del mar

Había una vez en un lugar muy lejano, en donde la gente decía que cerca del mar se escuchaba cantar una voz muy bonita todas las noches, pues unos afirmaban haber visto un monstruo otros haber visto a una mujer muy bonita que tenía cuerpo de pez, que posiblemente se trataba de una sirena. Generalmente el último día de cada mes la voz era más fuerte lo que ocasionaba un gran asombro para que muchas personas se acercaran a la orilla del mar, pero al irse acercando cada vez más la gente, el sonido de la voz se escuchaba más y más despacio hasta que por fin se desvanecía.
Un día un joven llamado Brun, muy apuesto y valiente llegó al lugar con un bonito anillo que le proporcionaba una gran fuerza, basto permanecer un día en dicho lugar para enterarse de los sucesos misteriosos que ocurrían cerca del mar. Pero como éste era muy valiente decidió ir solo a la orilla del mar para presenciar lo que la gente comentaba. Al ir acercándose poco a poco hasta la orilla del mar logró percibir una voz angelical que estaba cantando y conforme avanzaba cada vez la voz se escuchaba más  y más suave.

 El joven valiente logró observar que esa linda voz era de una mujer muy hermosa con el cabello rizado, ojos azules, que en una voz muy pasiva llamaba a aquel joven valiente para que ingresara hacia el fondo el mar. Sin dudarlo nadó y nadó pero las olas del estremecedor mar se escuchaban rugir produciendo por un instante un poco de miedo en Brun. Después de haber nadado aproximadamente diez metros internándose en el mar la mujer que se encontraba ahí le dijo que no tuviera miedo, pero que en realidad ella había muerto en ese lugar por un accidente, pero que ella sólo quería que fuera a dar parte a sus familiares porque sus restos aun permanecían en el fondo del mar y no podía descansar su alma en paz. Brun hizo lo que aquella mujer le había pedido y desde entonces al haber recuperado los restos de aquella hermosa mujer aquella voz y silueta que veía mucha gente, ya no se ha presenciado en aquel lugar.

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